LENGUA A OCCITANA

en

Francia

 

Se trata de una familia de lenguas romance - las lenguas de "OC", "lenga d'oc" - que resulta de la evolución del latín hablado "vulgar" tras la caída del Imperio de Roma en el siglo V. A veces se denomina "provenzal" pero éste es uno de los dialectos o variedades del "occitano". La ciencia lingüística contradice la creencia popular de que el provenzal y el occitano son dos idiomas distintos. También se ha llamado en Francia: lingua occitana (siglo XIV), patria linguae occitanae, occitanique y occitanien. En una época inicial, los romances catalán y occitano eran prácticamente los mismos. El conjunto de variedades dialectales catalanas tendió a « españolizarse » al estar muy en contacto con otras lenguas romance ibéricas (aragonés, castellano, etc.), mientras que el occitano tendió a « afrancesarse » al estar más en contacto con la lengua romance francesa de « OIL ».

El occitano fue el vehículo de la primera poesía vernácula de la Europa medieval, la de los trovadores (en contraposición con los troveros de lengua de oíl, desde el siglo XI). Al igual que para las otras lenguas habladas en territorio francés, la gran caída del occitano ocurrió durante la Revolución francesa, que impuso el francés como única lengua nacional, a fin de consolidar el centralismo y la unidad del país. 

Dante Alighieri contribuye a la difusión del término
"lengua d'OC"
 

La lengua catalana fue considerada también parte integrante de la lengua occitana (antiguamente denominada provenzal o lemosín) hasta finales del siglo XIX. Aunque existen diferencias entre el catalán y el resto de variedades de occitano (también existen diferencias entre las variedades occitanas), el motivo principal de su segregación responde al contexto sociopolítico del momento. En el inicio del siglo XX el catalán y el occitano tomarán caminos divergentes, una elaboración distinta con variedades estándar y grafías distintas. A pesar de ello, la lingüística occitana ha seguido muy de cerca el proceso de estandarización del catalán, más normalizado y con mayor implantación que el occitano estándar, y las diferencias entre el catalán y el occitano modernos siguen siendo poco considerables, teniendo en cuenta el contexto de las lenguas románicas. Por ello, existen corrientes minoritarias entre la lingüística occitana y catalana que aún consideran las dos lenguas como elaboraciones distintas de una misma lengua.

Fue el rey Luis XIV el que puso fronteras a la utilización del “catalán” en territorios franceses de la Provenza, territorios desde los que en un inicio habían tomado los habitantes de la Marca Hispánica la lengua provenzal. 

 

Se desarrolló en la "Occitania " o región en la que se hablaba algún tipo de dialecto occitano: provenzal, de languedoc, gascón, de auvernia, de limusín, el provenzal alpino, etc. Se trata de una región en el sur de Francia sin significación de unificación política. Esta región representa aproximadamente un tercio del territorio de Francia. En la regionalización actual de Francia, ello corresponde a: Limousin, Auvergne, Midi-Pyrénées, Languedoc-Roussillon, Aquitaine, Provence-Alpes-Côte d'Azur y los departamentos de Ardèche, Drôme y una parte de Charente. Se deben añadir los 12 valles del sur de los Alpes piamonteses en Italia y el valle de Arán en España.

Algunos han pretendido que las variedades "occitanas" son un "patois" o habla rural deformada del "francés", lo que no es correcto pues el "occitano" (OC) se encuentra más cerca del latín que el "francés" (OIL), otra lengua romance que sufrió profundas transformaciones tras las invasiones germánicas de los siglos IV y V.

 

La imagen


Uno de los pasajes en occitano más notables de la literatura occidental se encuentra en el canto XXVI del Purgatorio de la Divina Comedia de Dante Alighierii, donde el trovador Arnaut Daniel responde al narrador:

Tan m'abellis vostre cortes deman,  (tanto me place vuestra cortés pregunta)
qu' ieu no me puesc ni voill a vos cobrire.  (que ni puedo ni quiero de vos esconderme)
Ieu sui Arnaut, que plor e vau cantan; (yo soy Arnaut, que lloro y voy cantando)
consiros vei la passada folor,  (pensativo veo el pasado desvarío)
e vei jausen lo joi qu'esper, denan.  (y veo gozoso la alegría que ante mí espero)
Ara vos prec, per aquella valor  (ahora os ruego, por el mismo valor)
que vos guida al som de l'escalina,  (que os guía a la cima de la escalinata)
sovenha vos a temps de ma dolor!  (que os acordéis en buena hora de mi dolor.

comparación

 

principales dialectos y subdialectos actuales del occitano

Géographie des dialectes occitans
 



extractos del ensayo

"La Lengua en el Crisol Navarro"

 

Los dialectos históricos en España.

Deben considerarse dialectos históricos los que surgen de la etapa de formación, es decir, los dialectos que produjo de manera natural la evolución popular del latín. En un principio lo eran, al Norte, en un extremo el gallego-portugués y en el otro el catalán. Entre los dos el asturleonés, el castellano, el navarro y el aragonés. En Valencia se habló antaño catalán lo mismo que en Barcelona, aunque más tarde evolucionaría separadamente. No obstante, algunos valencianistas han querido distinguir el antiguo lemosin de Valencia del catalán.

La lengua romance en Navarra.

En Navarra se documenta en la Edad Media un dialecto románico autóctono, una lengua romance surgida de la evolución del latín, que se conoce con el nombre de "dialecto navarro o romance navarro".

El romance en Navarra tuvo dos versiones: en primer lugar el "occitano" ultrapirenaico del mediodía francés, con raíces lejanas en la presencia carolingia en los Pirineos navarro-aragoneses y más tarde aportado por los inmigrantes que se instalan en Navarra. Y en segundo lugar el "autóctono" del que existe constancia desde el siglo X en las zonas más romanizadas del Reyno, Nájera y Suso, Sangüesa y Leyre. Este romance fué suplantando al latín como lengua de cultura y es precísamente en romance navarro en que está escrita la mayor parte de la documentación a partir del siglo XIII, como señala Pérez Salazar.

La dinastía de Champaña desde su instauración en 1234, y luego en 1305 la de los Capetos de Francia y las de Evreux (1349), Foix y Béarn (1479), introducirán el lemosin (nota) y el francés.

(nota) OO Lemosin.

Dialecto del provenzal, correspondiente a la región francesa de Limoges (Macizo Central). Durante la Edad Media, por el prestigio de los trovadores de dicha región, el término "lemosía" designó la comunidad y las lenguas de Provenza, junto con los idiomas catalán, valenciano y mallorquín, que se suponían descendientes de tal dialecto francés. En Cataluña, el término alternó con el de catalán, que terminó por triunfar. En Valencia, el término valenciano, usado alguna vez durante los siglos XIII y XIV, fue abandonado y se prefirió el de lemosín, usado hasta el siglo XIX. También se aplicó el término lemosín para designar la comunidad de lenguas catalán-valenciano-mallorquín. El trabajo de filólogos, demostrando que tales lenguas no derivan de la Provenza, y mostrando las verdaderas relaciones que ligan al valenciano y al mallorquín con el catalán, ha conseguido desterrar el término lemosín y fijar las designaciones tal como hoy se emplean.


La venida en masa a Navarra de numerosos francos en el siglo XII atraídos por los fueros-privilegios de las villas y por la riqueza del país, hubo de dejar una huella importante. Ya a finales del siglo XI o a principios del siguiente había barrios de población franca en numerosas localidades de Navarra (Pamplona, Puente la Reina, Estella, Los Arcos) y en Logroño. Y en la importante comunidad franca de Monreal se hablaba el "lemosin" considerado como base del provenzal literario, lo que les facilitaba el comercio con los peregrinos extranjeros.

Se encuentran en Navarra numerosos documentos redactados en su totalidad en provenzal, la lengua de la mayoría de los inmigrantes. Los archivos de Troyes, capital de Champaña, nos revelan que a principios del siglo XIII, Blanca de Navarra, condesa palatina de Champaña y Brie - hermana de Sancho VII el Fuerte (1154-1194-1234) y de la reina Berenguela de Inglaterra (1170-1199-1230) - madre a su vez del rey Teobaldo I (1201-1234-1253), fué la primera de Francia en emplear romance en vez de latín en su "Heráldica y Sigilografía". "Passe avant le meillor" era su consigna ya en 1210.

Pero es el romance navarro la modalidad en que está escrita la mayor parte de la documentación medieval. En romance navarro se escribe el Fuero General de Navarra en la época de Teobaldo I y es esta modalidad la que los reyes navarros, al menos desde Carlos II de Navarra Evreux (1332-1349-1387), consideran lengua oficial de la corte y del reino. Cincuenta años más tarde Castilla declararía el romance castellano lengua oficial del reino.

La influencia de los reyes navarros originarios de dinastías francesas en los siglos XIII, XIV, XV y principios del XVI potenciaron de manera notable la influencia franca en el idioma que ya se había manifestado con anterioridad desde la época carolingia en Navarra y sobre todo en Aragón. Siempre estuvo presente en Navarra lo ultrapirenaico, lenguas de oc (occitano) y oïl (francés). Y no obstante esta influencia ultrapirenaica, el romance autóctono navarro y el romance castellano acabarán encontrándose a finales del siglo XV, con anterioridad a la incorporación del Reyno de Navarra a la Corona de Castilla, León y Granada.

La lengua romance en Cataluña.

La primitiva Cataluña había sido arrebatada a los musulmanes por Ludovico Pío (778-840) en el año 801 siendo emperador su padre Carlomagno. Al principio se trata de un grupo de señoríos incorporados al reino franco, estableciéndose el condado de Barcelona dentro del territorio conocido como la Marca Hispánica integrada por condados peninsulares dependientes de los monarcas Carolingios. Pero esta dependencia se convierte en pura fórmula conforme crece el poderío del condado de Barcelona. En tiempos del conde Ramón Berenguer III (1082-1096-1131) empieza Barcelona a intervenir políticamente en el sur de Francia. Cataluña no pierde sin embargo cohesión con los demás pueblos cristianos de la Península y a la muerte del rey de Aragón y de Navarra, Alfonso I el Batallador (1134), su hermano Ramiro II el Monje - suegro del conde de Barcelona Ramon Berenguer IV - propicia un destino catalán bajo la Corona de Aragón y juntos encontrarán una vocación mediterránea colaborando además en la empresa común de la Reconquista. Cataluña permanece ligada a Francia por vínculos políticos y culturales, de los que se fué desprendiendo poco a poco. Sobre su lengua, con esencial elemento iberromano, pesó durante varios siglos el influjo del provenzal. Después de Cataluña, fueron Navarra y Aragón las regiones españolas que más pronto y con mayor intensidad experimentaron la influencia del Mediodía francés.


Hasta el siglo XII el romance catalán solo recibió de los letrados la denominación despectiva de "habla rústica" o la más exacta y duradera de "lengua vulgar". Pero hacia 1150 la Chronica Adefonsi Imperatoris lo califica ya de "nostra lingua". El texto catalán más antiguo son unos sermones sin finalidad literaria, las Homilias de Orgañá (finales del siglo XII). La Crónica del rey de Aragón Jaime I el Conquistador (1205-1213-1276) inaugura la verdadera literatura catalana, y muy pronto vienen a engrandecerla la obra gigantesca de Raimundo Lulio (1233-1315) y una brillante pleyade de historiadores y didácticos. El catalán aparece ya en el siglo XIII como una lengua con personalidad propia y es vehículo de una cultura, aunque desde un punto de vista histórico, surge como dialecto del latín vulgar, al igual que otras manifestaciones romance hispánicas. El catalán había tenido una espléndida florescencia literaria hasta el siglo XV, pero enmudeció entonces como lengua de cultura, y mudo permaneció los siglos del Renacimiento, de la Reforma y de la Revolución, volviendo a renacer en el siglo XIX con lo que se llamó el "parlá munisipal". 

el occitano es una lengua oficial del Valle de Arán desde 1990 

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